El fin de semana del 12 y 13 de septiembre de 2025, más de 200 feligreses de diferentes nacionalidades y comunidades celebraron el 60.º aniversario de la bendición del Santuario de la Unidad en Cambrai (Francia). Los momentos culminantes fueron la misa festiva con el arzobispo Vincent Dollmann y la carrera conjunta «Correr y rezar», en la que también participó el obispo. El jubileo se convirtió en un encuentro internacional que reunió al Movimiento de Schoenstatt y sus comunidades.
El Santuario decorado festivamente y el pistoletazo de salida el viernes
Desde el día anterior, la capilla de Schoenstatt, decorada con girasoles y los colores nacionales franceses, acogió a los primeros visitantes. El cuadro renovado de la MTA brillaba en oro recién aplicado y estaba rodeado de flores. Solo se veía la madera del marco luminoso del altar, mientras los fieles, en silencio, se arrodillaban en el santuario y continuaban los preparativos.

La celebración eucarística del 12 de septiembre comenzó a las seis de la tarde. Cinco sacerdotes, entre ellos el abad Jean-Marie Moura, oficiaron la Santa Misa ante un auditorio repleto, acompañados por el grupo musical Choeur à coeurs. A continuación, los participantes disfrutaron de un cóctel-buffet con especialidades caseras. Los cantos de alabanza en honor a Dios y a la Virgen María pusieron fin a la velada.
Encuentro con la historia del santuario en grupos por idiomas
El sábado por la mañana llegaron más peregrinos de Suiza, Polonia, Alemania, Bélgica, Francia y Sudamérica. La comunidad se forjó sobre todo gracias al picnic que habían traído. La historia del santuario se contó en grupos separados por idiomas. El arzobispo de Cambrai, monseñor Dollmann, que también estuvo presente ese día, aprovechó la ocasión para mantener conversaciones personales y habló tanto en alemán como en francés. Un grupo de niños y jóvenes se encargó de animar el encuentro.
«Correr y rezar» con el arzobispo Dollmann, de Cambrai

Un momento especial del programa fue la carrera «Correr y rezar» con el arzobispo. A pesar del fuerte viento, la lluvia y una breve tormenta, los corredores llegaron hasta Eswars y volvieron. El punto de giro fue el lugar donde se dice que José Engling, cofundador de Schoenstatt, hizo las últimas anotaciones de su Horario Espiritual. Tras la etapa deportiva y húmeda, les entregaron toallas y participaron en la misa siguiente.
La unidad tiene que ver con el dinamismo entre dar y recibir
En su homilía, el arzobispo se refirió al nombre del santuario (Santuario de la Unidad) y señaló que la unidad debe caracterizarse por un ritmo entre dar y recibir. Esto también se puede observar en la vida de la Santísima Virgen. En la segunda parte de la homilía, la dedicó a José Engling, que quería hacer lo ordinario extraordinariamente bien. Invitó a todos a tomarlo como ejemplo y a encomendarle peticiones para promover su beatificación.


Al final de la misa, el arzobispo coronó la imagen de la «Madre, Tres Veces Admirable de Schoenstatt» (MTA) con una corona renovada. En la abarrotada sala, pocos pudieron seguir el acto directamente, pero la renovación común de la Alianza con la Virgen en la oración de la «pequeña consagración» puso de manifiesto el compromiso interior de los presentes.
La celebración fue una experiencia internacional
Tras la misa, los invitados aprovecharon el tiempo restante para conversar y encontrarse. Algunos se quedaron hasta el domingo o incluso más tiempo. Para todos los participantes, la celebración del 60.º aniversario del «Santuario de la Unidad» fue una experiencia internacional llena de vida y una muestra de la comunidad unida en torno a José Engling y en honor a la Virgen María.
Fotos: Barbara Pons
Traducción: Vanessa Franke
Fuente: schoenstatt.de