Congreso Internacional: Un día jubilar que pasa a la historia

Hna. M. Nilza P. da Silva

La alegría se extiende por toda la región, cientos de rostros iluminados, ojos brillantes y corazones que laten con fuerza… ha llegado el gran Jubileo. Este 10 de septiembre, la Mater acoge a los «pequeños Pozzobon», que llegan al Santuario Tabor, en Santa María, Brasil, llenos de amor y gratitud por aquel 10 de septiembre, hace 75 años, cuando Ella decidió salir del Santuario e ir al encuentro de las familias, sobre los hombros del pobre João.

El primer encuentro de la Familia Internacional es durante la cena, frente a la casa de la Madre, es decir, en un comedor gigante, montado en el patio del Centro Mariano. Las conversaciones se mezclan y, aunque los idiomas son diferentes, todos se entienden en el amor a la Madre y Reina, al Santuario, al P. Kentenich, a Pozzobon, en la responsabilidad por la misión iniciada por Pozzobon.

El Club de los Dolores se llena de alegría

A continuación, la gran Familia llena la cancha del Club de los Dolores, solemnemente decorada para la celebración jubilar. Los saludos en varios idiomas preceden a la entrada de las banderas de los 25 países aquí representados, de todos los continentes, ondeando al son del canto: «Vamos contigo, Padre, tu Alianza nuestra misión. Somos tu Familia».

Los primeros en entrar son los representantes de Filipinas, que recorrieron más de 18 000 kilómetros para llegar al Congreso. A continuación, siguen cada país, Burundi, Alemania, India, Luxemburgo, Italia… y otros, cada uno acogido como si fuera el único. Por último, se presenta al equipo internacional organizador de este evento y todos lo saludan.

«Ustedes son los brazos de Pozzobon»

Estalla un emocionante aplauso y se entona el himno de la Virgen Peregrina en todos los idiomas, al hacer la entrada de la Reina de la fiesta, la Madre y Reina, que llega en una réplica de la Peregrina Original y es conducida por Humberto y João Pozzobon, hijo y nieto del Venerable Burrito de María.

A continuación, el alcalde Rodrigo Décimo da la bienvenida a los presentes, presentando la ciudad como el hogar de todos durante estos días festivos. Se acoge la Palabra del Señor con el himno del Año Santo y un diácono proclama el Evangelio, Mateo 5,14: «Ustedes son la luz del mundo». El P. Alexandre Awi, presidente de la presidencia internacional de Schoenstatt, da la bienvenida oficial en nombre del Movimiento de Schoenstatt, recuerda que estamos aquí para celebrar los 75 años del Apostolado de la Virgen Peregrina y expresa su gratitud por todos los sacrificios ofrecidos en favor de esta misión: «Ustedes son los brazos extendidos de Pozzobon, los instrumentos de la Mater… gracias por hacer que Schoenstatt llegue a todo el mundo, llevando el Evangelio a todas partes», dice el sacerdote, relacionándolo con el Evangelio leído y, entre aplausos, declara abierta la fiesta de celebración de los 75 años del Apostolado de la Virgen Peregrina.

María es luz de esperanza

A continuación, un grupo presenta en una dramatización artística los inicios de Schoenstatt, del Apostolado de la Virgen Peregrina y una síntesis de la vida de João Luiz Pozzobon. Todo ello acompañado por un coro y músicos que hacen resonar los cantos de Schoenstatt. Al final, todos se ponen de pie para aplaudirles. El P. João Eudes vino de la Arquidiócesis de Natal/Brasil, especialmente para esta celebración: «Para mí, es realmente un signo de esperanza, porque la Madre de Dios quiere establecerse en nuestro corazón para ir al mundo, como un signo de esperanza del amor de Dios».

Una reflexión sobre María, como luz de esperanza, continúa con una invitación a que todos enciendan una luz y la procesión luminosa recorre las calles, iluminando la noche, hasta el Santuario. Atilio y Claudia Ferraro, que forman parte del equipo internacional de organización del encuentro, dicen que «es la realización de un sueño estar aquí, celebrar los 75 años y, esta noche, ver al Sr. João representado por su hijo, el Sr. Humberto Pozzobon, y su nieto. Es una alegría y esperamos volver pronto para la beatificación».

Ella realizó y realizará milagros

En el Santuario, se dio la bienvenida con fuegos artificiales que se derramaron en muchos colores por el cielo, anunciando que la alegría de la tierra resuena en el corazón de Dios. «Es emocionante ver a 25 países con sus banderas», dice Gilvanilda Vilar Carvalho Bulhões, que también forma parte del equipo central del evento. Y añade: «Y saber que, a partir de una simple y humilde iniciativa del Venerable Pozzobon, hoy vemos esta grandeza en los cinco continentes. Es el Venerable Pozzobon uniendo a todos en un solo objetivo: salvar a las familias con este grandioso Apostolado».

Frente a los Santuarios, con el ondear de las banderas, al ritmo de los cantos, todos saludaron a la gran Madre y Reina, renuevieron la Alianza de Amor y acompañaron el envío de las Peregrinas Auxiliares a Estados Unidos, Argentina, República Dominicana, Paraguay y Brasil. Las imágenes son bendecidas por el P. Alexandre y entregadas a sus Misioneros con las palabras: «¡Ella es la gran Misionera!». A lo que se responde: «Ella obrará milagros».

Sí, lo que vivimos esta noche es una prueba clara de los grandes milagros que Dios realiza a través de esta sencilla imagen, que parte del Santuario para recorrer el mundo.

Pero las festividades apenas están comenzando… por eso, después de la bendición de la noche, cada uno se retiró a descansar, con el corazón feliz y abierto para acoger las grandes gracias de estos días, compartir sus experiencias y aprender unos de otros, cómo se puede continuar este gran Apostolado, evangelizando a las familias y transformando el mundo en Cristo, en este tiempo que necesita luces de esperanza.

Fotos: Guilherme Brum / Prefeitura Municipal de Santa Maria

Traducción: Hna. M. Lourdes Macías

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