La Federación de Madres de Schoenstatt celebrará sus 75 años

Kathleen Colunga

El próximo 8 de septiembre, la Federación Internacional Apostólica de Madres de Schoenstatt celebrará la Natividad de la Virgen María y el 75.º aniversario de la fundación de la comunidad internacional, tanto en su lugar de origen, Alemania, como en otros lugares. Se trata de un hito significativo en la historia de Schoenstatt.

A partir de la Liga Apostólica, alrededor de 1946, se formaron grupos de mujeres en la diócesis alemana, entre las que había madres casadas y viudas, que se reunían para buscar un estilo de vida propio. El pa-dre José Kentenich reconoció este gran anhelo y, tras conversar con ellas, organizó un retiro del 4 al 8 de septiembre de 1950 para el círculo dirigente de las madres. La Sra. Maria Maud Wiesmann, representante de las dirigentes diocesanas, informó al fundador sobre su situación.

Durante el retiro, tras escuchar las conferencias del padre, el 8 de septiembre de 1950 se fundó la Federación de Madres de Schoenstatt en Alemania, tal y como había previsto el padre Kentenich. En su discurso de clausura (J. K.: «Uns gesagt», vol. 3, p. 130), afirmó:

«Después de todo lo que ha surgido en Schoenstatt, ahora tenemos un curso de Federación en la obra de Madres de Schoenstatt. Si la Federación se ha concretado aquí, también debe surgir en el exterior».

Nuevos cursos cobran vida

Con gran anhelo y fidelidad, se crearon seis cursos durante el exilio del Padre Kentenich y su consagra-ción en la Federación se selló con el mismo espíritu de la Federación Apostólica original. Las madres re-conocieron su responsabilidad de formar una base sólida para un mayor desarrollo y se mantuvieron fieles a su fundador. Tras su regreso de Milwaukee, el Padre consideró que la experiencia de la Federa-ción de Madres había sido un éxito y encargó a la Hna. M. Vita Großmann y al P. Rudolph Mosbach que elaboraran los estatutos junto con las madres.

Tras el fallecimiento del fundador, el P. Alexander Menningen asumió su tarea y continuó con la constitu-ción de la Federación de Madres en Alemania el 22 de agosto de 1970. La Comunidad Oficial surgió divi-dida en cinco regiones, que junto con la comunidad central concretaron el principio de tensión creadora idealizado por el Padre.

Un importante paso internacional

Encuentro en 2022

El 8 de septiembre de 2022, Dios Padre inició una nueva iniciativa divina y, junto con María, fundó la Fe-deración Internacional de Madres de Schoenstatt, una comunidad central dentro de la Familia de Schoenstatt. A nivel mundial, también celebramos esta fecha, que marca el tercer aniversario de nuestra fundación y es un hito significativo en el desarrollo de la Federación de Madres. La Federación se creó con su capítulo fundador originario de Alemania. Cumplió el deseo del padre José Kentenich de que mu-chas mujeres y madres se convirtieran en «una pequeña María», una realidad que se refleja en el surgi-miento de comunidades de la Federación de Madres en varios países, entre ellos Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos, Paraguay, Portugal, Sudáfrica, Suiza, España y Costa Rica.

Como comunidad de la Federación de Madres, compuesta por mujeres casadas, madres y esposas, con o sin hijos, estamos llamadas a ver nuestro ideal en la persona y misión de María, la Madre de Dios, un reflejo de nuestros tiempos, en nuestras familias, iglesias y sociedad. Nuestro liderazgo se guía por los principios de Schoenstatt, que enfatizan la generosidad y la libertad interior, de acuerdo con el Magisterio de la Iglesia, que sirve de base para nuestra vida conyugal y familiar. Además, el cultivo del espíritu en la Alianza de Amor es nuestra fuente de inspiración y fortaleza, y nos guía en nuestra visión de la humani-dad que queremos alcanzar en nuestras propias vidas y a través de nuestra misión compartida de traba-jar unos con otros y unos por otros. A través del diálogo constructivo y el respeto por la originalidad de cada país, encontramos un lema común: «¡María, quien me mire, te vea a ti!».

Mirando hacia el futuro

Como Federación de Madres, nuestra esperanza y misión es establecer una red internacional e intercul-tural de territorios autónomos que promueva la unidad en la diversidad y trabaje en beneficio de las familias y las mujeres de todo el mundo. Nuestros esfuerzos se basan en los orígenes de la Federación de Madres de Alemania y se llevan a cabo mediante el establecimiento de una red global que nos conecta a través de diferentes culturas.

Primer curso de la comunidad en Costa Rica

La Federación Internacional de Madres celebra sus 75 años con alegría y gratitud por la generación fun-dadora, cuya fe y esperanza, el 8 de septiembre de 1950, día de nuestra fundación, nos bendijeron y guia-ron en nuestra herencia común como hermanas e hijas del mismo Padre, independientemente del idioma o la distancia que nos pueda separar. A través de la instrumentalidad, cumplimos la tarea que María nos ha confiado. Estamos comprometidas con el carisma y la misión del fundador con un espíritu apostólico universal, en el que la filialidad ocupa un lugar central, tanto a nivel personal como comunitario. Forma-mos la pars motrix (la parte central) de la Obra de Schoenstatt, junto con los institutos y otras federacio-nes. Es la obra de la Madre de Dios; es ella quien nos invita.

«María, quien me mire, te vea a ti».

Kathleen Colunga
Dirigente Internacional

Traducción: Vanessa Franke

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