Retratando la vida del P. Kentenich en Dachau: La mirada del director

Karen Bueno

El docudrama Dachau, el infierno se estrenará en español, con subtítulos en inglés, el próximo 22 de agosto. En algunos lugares, la familia de Schoenstatt ya se está organizando para crear sesiones de estreno, incluso en un cine, y ver juntos esta producción especial. El documental narra las experiencias del padre José Kentenich, fundador de Schoenstatt, durante los años que pasó prisionero en el campo de concentración de Dachau.

La película ha sido producida por el director ecuatoriano Gabriel Gross, residente en Estados Unidos desde 1975. Gabriel comenzó su carrera cinematográfica en la Organización de los Estados Americanos, donde trabajó durante más de cuarenta años produciendo documentales sobre temas relacionados con la educación, el arte y la política de los treinta y cuatro países miembros. En 2013 se jubiló anticipadamente para servir a la Iglesia, especialmente al Movimiento de Schoenstatt. Con la Fundación Franciscana para Tierra Santa ha producido varios documentales promocionales sobre la obra franciscana. La fundación le concedió la «Cruz de Oro», instituida por el Papa León XIII, en reconocimiento a su labor. Gabriel también es artista plástico y ha expuesto sus creaciones en numerosas galerías de todo el mundo.

A continuación, en una entrevista, nos habla de la producción Dachau, el infierno, creada con la ayuda de los postuladores que contribuyen a la Causa Kentenich y la Coordinación Internacional de Schoenstatt.


⁠¿Qué te motivó a crear este documental sobre la vida del P. Kentenich en Dachau?

El Santo Padre Juan Pablo II, en una audiencia con la familia de Schoenstatt, lanzó un reto: «Ustedes beatifiquen a su fundador», y el papa Francisco se hizo eco de ello.

Un grupo de schoenstattianos, repartidos por diferentes continentes, nos reunimos para asumir esta responsabilidad. Sabemos que no será fácil, pero estamos convencidos de que, gracias a su devoción y amor a la Mater, nuestro fundador y guía espiritual ha conseguido que muchas personas sigan ese camino a través de su Alianza de Amor con María y la fe práctica en la Divina Providencia.

Por todo esto, decidí producir uno de los capítulos de la vida del padre Kentenich con el grupo de voluntarios de CINEmater. Quizás se trata del capítulo más difícil que un ser humano podría resistir y que nadie desearía pasar. Muchos presos en el campo de concentración perdieron su fe y se entregaron a la oscuridad del infierno de Dachau.

Puedes contarnos más detalles sobre las grabaciones: ¿cómo y cuándo se realizaron, el equipo que participó, la emoción de revivir la historia…?

Tras varias comunicaciones con las autoridades del campo de concentración de Dachau, obtuve finalmente la autorización para filmar durante tres días. Hay que tener en cuenta que las filmaciones con cámaras profesionales, en este caso de cine, no están permitidas, y que tampoco se puede interrumpir el flujo de turistas que llegan a diario.

En septiembre del año pasado, 2024, mi esposa Mónica, que es mi asistente de producción, y yo llegamos muy temprano por la mañana y nos presentamos en el portón de pesadas rejas de metal con una señal que dice «El trabajo les hará libres» (Arbeit macht frei).

Antes del viaje, me preparé leyendo todo lo que pude sobre el infierno de Dachau y pensé que encontraría la barraca en la que el padre Kentenich había vivido y otras que se mencionan en la literatura, pero solo encontré grandes piedras en el suelo, talladas con el número de cada barraca.

Tenía el gran reto de recrear una historia con imágenes que ya no existen, pues los nazis habían destruido la mayoría de las instalaciones para que no quedaran pruebas de la barbarie y brutalidad que se cometía en ese lugar que supuestamente era «un campo de rehabilitación».

¿Hay algún momento memorable que quieras destacar?

Nos alojamos en la casa de la Federación de Padres, Marienau, y necesitaba un espacio donde instalar un estudio para hacer entrevistas. Al recorrer la casona, encontré una capilla interior, pero necesitaba cubrir el gran vitral de una pared que dejaba entrar la luz natural. Como no fue posible, decidí iluminarla y correr el riesgo de que las imágenes salieran en silueta… ¡Qué bueno que lo hice! Resulta que fue justo en esa capilla donde el padre Kentenich dio su último retiro antes de entregarse a la cárcel de la Gestapo en Coblenza.

Fue muy emocionante cuando los padres de Schoenstatt colaboraron para vestir los trajes de preso de rayas y celebrar misa en el mismo altar que se utilizó en el campo de concentración y que ahora se encuentra en una capilla del monte Moriah, en Schoenstatt. Este altar es un poderoso símbolo de fe y resistencia en medio del horror de Dachau.

¿Qué quieres transmitir con esta nueva película?

Vivimos en un mundo de incertidumbres, un mundo egoísta en el que lo más importante es «ser importante», un mundo en el que Dios no es la prioridad, no forma parte de nuestras vidas y en el que solo nos acordamos de Él cuando pasamos por un «Dachau».

Con esta historia, el padre José Kentenich nos anima a no perder la fe y a tener la esperanza de que ese «Dachau» no es eterno, siempre y cuando confiemos en el Creador y en su Madre, la Santísima Virgen María, nuestra MTA, que nunca nos abandona por muy difícil que sea la circunstancia que estemos viviendo.

Uno de los objetivos de este proyecto es apoyar económicamente la Causa Kentenich. ¿Cómo pueden hacerlo los países y las personas a título individual?

Como familia de Schoenstatt, debemos tomar conciencia de que también es nuestra responsabilidad apoyar al Movimiento en nuestros lugares y las actividades de Schoenstatt Internacional. Se necesitan recursos económicos y esta es una responsabilidad de todos. Hoy tenemos una gran oportunidad de hacerlo.

Podemos alquilar una sala de cine, buscar una sala de proyección, un auditorio, la sala de estar de nuestra casa, etc., o cualquier espacio en el que podamos reunir a la familia de Schönstatt y a sus amigos para pedirles una donación y recaudar así los fondos necesarios.

Los integrantes de CINEmater no recibimos pago, todos somos voluntarios y este es nuestro apostolado. Para solicitar el documental, sin costo alguno, escribir al siguiente correo electrónico: cinematerproducciones@gmail.com


* La película se estrenará inicialmente en español e inglés. Si hay voluntarios para traducirla, también se podrá traducir a otros idiomas. Las personas interesadas en colaborar pueden ponerse en contacto a través de este correo electrónico: cinematerproducciones@gmail.com

Para obtener más información sobre esta película, haga clic aquí.

Compartir

con sus seres queridos

Artículos relacionados que pueden interesarle