Acompañar a las familias en la Federación de Familias de Schoenstatt, tal como José Kentenich ha acompañado a las personas en Schoenstatt desde 1914, ¿Cómo se puede hacer esto? Esta pregunta fue abordada en un congreso europeo que tuvo lugar del 31 de octubre al 3 de noviembre en la Casa José Kentenich de Hillscheid. Provenientes de nueve países europeos en los que existe la Federación de Familias de Schoenstatt, participaron unas 80 personas, en su mayoría matrimonios, junto con Padres de Schoenstatt y Hermanas de María, implicados en esos procesos de acompañamiento.
Muchos de los matrimonios actúan en sus territorios como familias educadoras de los cursos en etapa de candidatura, otros son responsables a nivel de las Direcciones Territoriales. Los Padres de Schoenstatt y las Hermanas de María, así como dos de los matrimonios, están acompañando el desarrollo de la Federación de Familias como Encargados de Fundación. También estuvieron presentes los cuatro matrimonios de la Dirección Internacional de la Federación de Familias de Schoenstatt, provenientes de Argentina, Paraguay, Alemania y Austria. En el continente americano ya se había realizado en febrero, el «Encuentro Iberoamericano de Matrimonios Educadores» en Costa Rica, de modo que este año todos los territorios de la Federación de Familias tuvieron la oportunidad de este intercambio.
Gracias a un motivado equipo internacional de ayudantes y, sobre todo a la participación de siete traductores de cuatro comunidades de Schoenstatt diferentes, que hicieron posible la traducción simultánea a varios idiomas europeos, fue posible desarrollar en el «Josef-Kentenich-Hof» un intenso programa de trabajo con impulsos y grupos de trabajo variables, en un ambiente de cordialidad y fecundo intercambio.
Acompañamiento, una tarea compleja que toca muchos temas
El acompañamiento de familias jóvenes en la comunidad de la Federación de Familias de Schoenstatt fue descrito como una tarea compleja en torno a la cual se plantean muchas cuestiones:
¿Cómo pueden tomarse en serio y abordar la situación, las preocupaciones, los problemas y las necesidades de las familias jóvenes durante las primeras jornadas, reuniones y encuentros de los cursos de candidatura? ¿Cómo organizar el tiempo de convivencia de manera que sea beneficioso para la pareja, los hijos y la comunidad del curso? ¿Cómo puede el equipo acompañante recoger los anhelos perceptibles en los matrimonios y responder a ellos desde la espiritualidad de Schoenstatt? ¿Cómo apoyar a los candidatos en la búsqueda de su «ideal personal», de su «ideal matrimonial» y a los cursos en la búsqueda de sus «ideales de curso»? Y finalmente: ¿Cómo puede la comunidad apoyar el exigente apostolado de las familias educadoras?
El acompañamiento, el encuentro y la vinculación posibilitan el crecimiento
La imagen del cofre que guarda un tesoro describe el proceso pedagógico: a partir de las preguntas y anhelos de las familias jóvenes, tanto las familias educadoras como los asistentes espirituales echan mano al cofre de la espiritualidad de Schoenstatt y ofrecen estos recursos educativos, procesos de vida y también los conocimientos necesarios a los candidatos.
Dado que todos los temas centrales que construyen la comunidad se tratan a lo largo del proceso de candidatura sin seguir un «curriculum secuencial», para que pueda tener lugar el crecimiento interior esta metodología es exigente: su requisito previo es la apertura y la creación de un espacio de resonancia que permita a cada persona del curso expresarse libremente y en un clima de confianza .
Los participantes del Encuentro coincidieron que esto requiere, sobre todo, de buenas relaciones interpersonales. El Padre Kentenich se había ofrecido a acompañar a los jóvenes muchachos que le habían sido confiados, y a los que había acompañado como director espiritual, con toda su capacidad y su incapacidad, su saber y su ignorancia, «pero sobre todo poniendo mi corazón» a su disposición. Los matrimonios presentes estuvieron de acuerdo que, con esta actitud, el acompañamiento puede tener éxito, pueden producirse encuentros y vínculos y puede lograrse el crecimiento.
Creación de redes y continuación del trabajo internacional en común
Varios matrimonios educadores de diferentes países aportaron ideas sobre temas generales, así como sobre cuestiones muy prácticas y concretas, que se siguieron debatiendo en un fructífero diálogo en grupos de trabajo. En un ambiente fraternal y sinodal, creció el trabajo en red y surgieron ideas sobre cómo seguir trabajando juntos a nivel europeo.
El programa incluyó también momentos comunes de oración, celebraciones eucarísticas y una alegre velada festiva, así como una celebración de la luz en el Día de los Fieles Difuntos, durante la cual los participantes llevaron velas a las «tumbas de los héroes» en el Santuario Original y conmemoraron a los difuntos de la primera generación de Schoenstatt, de la Federación de Familias de Schoenstatt y de sus propias familias. Posteriormente, durante una visita a la Capilla del Fundador, los participantes renovaron su vínculo con el Padre José Kentenich.
El Obispo de Fulda Dr. Michael Gerber, que creció en el seno de una familia de la Federación de Familias de Schoenstatt, celebró la santa misa de cierre. En su homilía se refirió al Sínodo sobre la Sinodalidad, que había concluido una semana antes y nos recordó que cada familia es una iglesia doméstica en la que se está forjando el futuro de la Iglesia.
Una futura colaboración, sustentada en muchos formatos posibles asegurará en el futuro la vinculación y el intercambio mutuo entre las familias educadoras de los distintos territorios.
Fuente: schoenstatt.de
Traducción: Vanessa Franke