20 sacerdotes visitan el Santuario de Schoenstatt en Guayaquil: ¡una fiesta!

Hna Ma Auxiliadora Bohórquez

Este lunes 9 de enero tuvimos en Guayaquil un hermoso momento de oración en el santuario y un almuerzo fraterno con veinte sacerdotes diocesanos schoenstattianos o amigos de Schoenstatt.

20 sacerdotes diocesanos

Resultó muy familiar. Los acompañamos cuatro hermanas, cinco padres de Schoenstatt y 10 matrimonios de la Obra de Familias. Estos son sus “padrinos”: rezan por nuestros sacerdotes y los acompañan durante el año. Los visitan en sus parroquias y pueblos, llevándoles así la calidez de la Familia de Schoenstatt de la que ellos son parte. Consideran importante estrechar la mano de cada sacerdote, presencialmente, yendo incluso a las zonas más lejanas y complejas. Esta Navidad, por ejemplo, obsequiamos una canasta y una estola, además de la carta motivándolos a asistir a este almuerzo.

Adoración en el Santuario

Los sacerdotes llegaron anticipadamente para adorar en el santuario, que estaba hermosísimo. Después de la oración comunitaria dirigida por el P. Pablo Gajardo, superior de los Padres de Schoenstatt en Ecuador, nos servimos en nuestra Casa de Retiros el típico plato de año nuevo de esta ciudad: pavo con relleno. Y sobre todo compartimos.  Pudimos escucharnos unos a otros, lo que a veces es un lujo cuando tenemos misiones muy diversas.

20 sacerdotes diocesanos

La fraternidad se desplegó y se sintió abundantemente. Los padrinos laicos prepararon el encuentro, esmerándose en una ambientación preciosa. Antes del brindis inicial, la Hna. María Auxiliadora destacó que el encuentro hace concreto el impulso del Papa Francisco en Totum Amoris est: el gran valor que tiene nuestra fraternidad. Y ofreció hacerles llegar a los sacerdotes la línea internacional que el Congreso de Pentecostés nos regaló a todos los schoenstattianos.

Las hermanas les preparamos un sencillo regalo a cada uno, con un bolígrafo que decía “Padre para los míos”. El P. José Luis Correa envió un saludo desde Costa Rica. Y Cristian Castelblanco, miembro de la Liga de Familias, se lució con una animación llena de humor, facilitando que cada sacerdote diocesano cuente brevemente dónde está y por qué pide oración.

Los sacerdotes destacaron como intenciones prioritarias la necesidad de más vocaciones sacerdotales, el bien de los presbíteros jóvenes y de los mayores, y la conversión de los violentos para que haya paz. Esto lo pidieron especialmente los que están sirviendo en sectores duros, como Socio Vivienda, Guasmo, Bastión Popular, Mapasingue. No pocos enfrentan el problema de la droga y la pobreza en su gente. Entre nuestros sacerdotes diocesanos tenemos al rector del seminario y a varios educadores del mismo, al rector del santuario de Jesús de la Misericordia y a muchos párrocos de los más variados sectores.

20 sacerdotes diocesanos

Fue un encuentro de mucha alegría, luego de una pandemia que impidió encontrarnos.

Monseñor Luis Gerardo Cabrera, arzobispo de Guayaquil y presidente de nuestra Conferencia Episcopal, envió un mensaje que llegó un minuto antes del término del evento y los sacerdotes se alegraron mucho al escucharlo.

Un saludo especial para la comunidad de Schoenstatt y para cada uno de los sacerdotes que apoyan y se benefician de esta espiritualidad. ¡Que el Señor les siga bendiciendo abundantemente y que, junto con la Mater, continúen anunciando la Buena noticia de la vida y la salvación!

En un tiempo ávido y carente de vocaciones, qué gozo es encontrarnos en un almuerzo familiar, 30 consagrados y varias familias. Ojalá Jesús siga llamando con insistencia a nuevos Pedros, Pablos, Marías, a consagrarse en su Reino.

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