El 15 de febrero de 2025 se celebró en la parroquia del Sagrado Corazón de Ponte a Egola, un pequeño pueblo en la provincia de Pisa (Toscana), Italia, la primera reunión del Café de las Parejas, un camino de crecimiento espiritual para parejas inspirado en la pedagogía de Schoenstatt. Participaron ocho parejas, con edades a partir de los 20 años, con la asistencia del P. Pablo Pérez, director del Movimiento de Schoenstatt en Italia, y la presencia del párroco P. Federico Cifelli.
El Café de las Parejas es un proyecto de algunos matrimonios de la Federación de Familias del Movimiento Apostólico de Schoenstatt de Roma y consiste en una experiencia de cinco encuentros, de aproximadamente una o dos horas, en los que se abordan temas cuyas iniciales forman la palabra «Caffè»: Compartir, Alianza, Fidelidad, Fecundidad y Educación (autoeducación).

Momento de diálogo
La reunión comenzó con una breve presentación de los participantes, la exposición del tema tratado en la sesión y la propuesta de una o dos preguntas sobre las que cada pareja debía mantener un diálogo, seguido de una fase final de intercambio de impresiones y reflexiones sobre el tema (el diálogo de cada pareja permanece en el ámbito privado). Durante este momento de diálogo, los organizadores ofrecieron un refrigerio (café, bebidas, dulces, etc.) en las mesas individuales de cada pareja, con música romántica de fondo, una vela encendida sobre la mesa decorada con un mantel y otros adornos.
El objetivo del Café de las Parejas es crear las condiciones para un diálogo efectivo que representa un primer momento de mantenimiento y fortalecimiento de la relación (como autoeducación). El objetivo es que la pareja afronte periódicamente los cambios que surgen en su vida y en la familia (elección o cambio de vivienda, crecimiento de los hijos, cambio de lugar de trabajo, etc.). En estas situaciones, la conexión entre ambos puede fortalecerse al afrontar juntos las dificultades y novedades, pero también pueden surgir fracturas en la alianza que den lugar a rivalidades y/o tensiones donde antes había unidad y entendimiento. Por ello, la pareja debe realizar periódicamente un mantenimiento de su relación, al igual que llevamos el coche al mecánico para las revisiones periódicas.

Formar grupos de Liga
El Café de las Parejas también busca familiarizar a los participantes con la espiritualidad del Movimiento de Schoenstatt, que tiene una vocación específica en la pastoral familiar (en el sentido más estricto, no solo de la familia en su conjunto). Se trata de una propuesta de crecimiento espiritual y relacional para las parejas, presentada de manera ligera y atractiva, que permite experimentar momentos de diálogo que, en la vida cotidiana, muchas veces resultan difíciles de encontrar. Este camino a dos es original dentro de la oferta pastoral de la Iglesia católica y también está diseñado para ofrecer un camino de Alianza de Pareja, que permite a los participantes formar una comunidad de parejas (la liga de familias) al final del proceso.
La importancia de compartir
El tema de la primera reunión del Café de las Parejas fue el compartir.
La relación entre ambos se define como una profunda amistad [1] o, mejor aún, como una alianza basada en la aceptación de las diferencias y limitaciones de cada uno, así como en el reconocimiento de sus respectivas cualidades. [2]
Los conceptos de amistad y alianza, aplicados a la relación conyugal, han estado presentes durante mucho tiempo en las orientaciones pastorales de la Iglesia católica. En particular, la Gaudium et Spes señala que «la íntima comunidad de vida y amor conyugal, fundada por el Creador y dotada de leyes propias, se establece mediante la alianza de los esposos». [3]
Es necesario que la experiencia de alianza en la pareja crezca y madure en relación con las dimensiones fundamentales de la vida en común (gestión del dinero, relaciones con la familia de origen, administración del tiempo libre, vida sexual, etc.).

Así, la experiencia de compartir en la pareja puede entenderse desde diferentes perspectivas:
También se refiere a la comunicación y/o escucha de los propios sentimientos o de los del cónyuge, que representan una parte esencial de la persona.
Como diálogo y confrontación sobre la propia experiencia y las necesidades individuales y de pareja. Lo opuesto a esto sería el silencio, que se produce cuando los esposos ya no dialogan ni discuten, sino que viven largos periodos sin comunicación entre ellos.
También se incluyen las actividades que se comparten (gestión del hogar y la familia, tiempo libre, cuenta bancaria, etc.). No se trata solo de necesidades básicas, sino especialmente de aquellas que atañen a la vida de pareja: la necesidad de ser amado, aceptado, escuchado y de pertenencia, pero también la necesidad de realización personal, de relaciones sociales y de ser uno mismo. Lo contrario a esto serían las llamadas «vidas paralelas», donde los cónyuges tienen ámbitos de gratificación separados, con amistades distintas, diferentes actividades de ocio y vacaciones por separado.
También pueden decidir y llevar a cabo juntos proyectos a corto y largo plazo, como la elección de las vacaciones, la compra de un coche, la educación de los hijos, la compra de una casa, los cambios de trabajo, etc.
Como una experiencia espiritual en común, que implica participar conjuntamente en caminos de crecimiento espiritual y/o cultural.
«Se necesita tiempo para dialogar, para abrazarse sin prisa, para compartir proyectos, para escucharse, para mirarse, para apreciarse, para fortalecer la relación».
Traducción: Eugenio Minici
Revisión: Hna. M. Lourdes Macías
[1] L. Baldascini – M.S. Mastrangelo, La creatività nella teoria e nella terapia di coppia, Milano, Franco Angeli srl, 2022, p. 118: «Una buena amistad es la base de las parejas que resisten el paso del tiempo, porque cada uno sabe que puede contar con el otro, como si siempre tuviera un buen amigo a su lado. Y para ser buenos aliados, no hace falta ser iguales; al contrario, la alianza es más fuerte cuando dos parejas diferentes consiguen complementarse.»
[2] Julie Schwartz Gottman – John M. Gottman, Dieci principi per una terapia di coppia efficace, Milano, Raffaello Cortina Editore, 2017, p. XV, «Pensando en la amistad, se puede ver cómo las amistades cercanas requieren reconocer las diferencias y promover una comunicación atenta y respetuosa. Cada persona es única y cada una puede relacionarse con la otra sin perder su identidad. … Reforzar la amistad y la intimidad favorece enormemente la integración en nuestras relaciones. Véase también John Gottman, Inteligencia emocional para parejas, Milán, Bur, 1999, p. 28.
[3] Pablo VI, Gaudium et Spes, Roma, San Pedro, 7 de diciembre de 1965, párrafo 48.
[4] Papa Francisco, Amoris laetitia, Roma, San Pedro, 19.3.2016, párrafo 224.