Los «corredores con la antorcha» se reencuentran en Schoenstatt

Claudia y Heinrich Brehm

Al comienzo del «Encuentro de Octubre» del Movimiento de Schoenstatt alemán (el Congreso de Octubre alemán), hubo una celebración de renovación de alianza en el Santuario Original en la noche del día 18. La celebración se organizó en colaboración con los participantes alemanes de la Carrera de Antorchas de 2014.

Algunos de los corredores de la antorcha estuvieron este fin de semana en el lugar donde se fundó el Movimiento para reunirse después de diez años. En 2014, recorrieron 1800 kilómetros por Europa durante nueve días, desde Pompeya, en el sur de Italia, hasta Vallendar-Schoenstatt. La carrera fue un hito en la celebración del centenario de la Alianza de Amor y llegaron justo a tiempo para la ceremonia de apertura de la celebración internacional.

10 años de la Carrera con Antorchas

Las casi 200 personas que se reunieron en torno al Santuario Original bajo una ligera lluvia se vieron inmersas en la atmósfera del jubileo por el himno y los cantos de 2014, así como por las aportaciones de cada joven que portó la antorcha.

Incluso diez años después, fue impresionante oír que los 83 corredores habían logrado cubrir la larga distancia en tan poco tiempo.

La ruta estaba dividida en tramos de unos seis kilómetros, que debían completarse en aproximadamente media hora. En total, 300 personas que iban haciendo relevo recorrieron 200 kilómetros al día.

Como corredores, formamos parte de algo más grande

Esa tarde, varios corredores contaron lo que recuerdan de la experiencia diez años después y lo que la carrera les ha enseñado para su vida.

Al principio, según el padre Felix Geyer —actual director del Movimiento en Alemania y que también fue uno de los corredores de aquella época—, la idea era simplemente correr. «Era una idea deportiva, tenía que ver con la masculinidad». Pero luego vinieron las intenciones. «Cientos de trozos de papel en los que la gente escribía sus intenciones sobre por qué queríamos correr con la antorcha». Esto supuso un cambio decisivo. La experiencia deportiva se convirtió en un proceso profundamente espiritual.

La idea de llevar uno de los impulsos iniciales de Schoenstatt de 1914 a las celebraciones jubilares internacionales de 2014, corriendo entre Pompeya y Schoenstatt, se ha convertido en algo grande. «Nosotros, como corredores con la antorcha, nos hemos convertido en parte de esta gran Familia de Schoenstatt en todo el mundo».

Poco antes de la salida en Pompeya, los corredores se preguntaron: «¿Por qué estamos aquí?» Y rápidamente quedó claro: «Estamos aquí porque hemos sido tocados por la autenticidad de la Alianza de Amor».

Rezar con los pies

Stefan Jehle recuerda, sobre todo, el grito de guerra que lanzaba tres veces al día: «Fackellauf, Fackellauf, Fackellauf», que sus compañeros extranjeros también gritaban en alemán. «Expresaba nuestra unidad y solidaridad mutua».

Para él, el relevo de la antorcha se convirtió en una «oración con los pies», una experiencia que le caracteriza hasta hoy. «Hasta hoy, cada vez que corro, me pregunto: ¿por quién salgo hoy a la calle?», dice Stefan.

Correr para los que ya no pueden andar

En aquel momento, a Lorenz Klausmann le fascinaba la pregunta: «¿Seremos capaces de correr tan lejos en tan poco tiempo y llegar a tiempo?». Quiere recordarlo para siempre: «Te haces más grande, creces cuando abordas algo con confianza en Dios, sin saber si lo conseguirás o no».

Palabras impresionantes de un antiguo corredor con la antorcha que lleva en silla de ruedas desde 2022: «Si me bajara hoy del autobús para tomar el relevo de otro corredor con la antorcha y empezara a correr, estaría corriendo por todos los que ya no pueden andar».

Como el amanecer en la época en que se fundó Schoenstatt

Dominic Schultheiß recuerda especialmente el momento en que los corredores con la antorcha entraron en la arena de Schoenstatt. «La cantidad de gente que estaba allí con nosotros y nosotros como parte de este gran conjunto».

Otro momento que tiene muy presente es el tiempo que pudieron pasar juntos como corredores con la antorcha en el Santuario Original: «Me pareció como el tiempo en que el Padre Kentenich fundó Schoenstatt con los muchachos». Y añade, maravillado pero también desafiante: «¡Lo que es posible cuando personas que tienen un objetivo común a nivel internacional y que están juntas en el camino!».

¿Para quién correrías?

El P. Sandro Koch y el P. Felix Geyer, ex corredores de la antorcha

«Es bueno darse cuenta de que todos estamos aquí como portadores de la antorcha. Todos llevamos el fuego de la Alianza de Amor en nuestras manos», dijo más tarde el P. Sandro Koch, de Suiza, durante la celebración.

Él, que también participó en el relevo con la antorcha cuando estaba en la Juventud Masculina de Schoenstatt, invitó a los presentes a debatir en pequeños grupos esta pregunta: «Si tuvieras que bajar del autobús de los corredores, ¿para quién correrías?».

La renovación de la Alianza de Amor y la bendición vespertina con la antorcha en la mano pusieron el broche de oro a una celebración que no solo fue espiritualmente inspiradora, sino también motivadora y estimulante en términos del camino personal de la vida.

Fotos: Kröper

Traducción: Hna. M. Lourdes Macías

Fuente: schoenstatt.de

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