Con corazones llenos de alegría y esperanza, la Federación Apostólica de Familias de Schoenstatt de Costa Rica inicia el año 2025 con la bienvenida a cuatro nuevos cursos que se suman a esta hermosa vocación. Este momento no solo marca un nuevo capítulo, sino que también representa un renovado compromiso con los valores que les unen y fortalecen como comunidad.
La festividad comenzó con una emotiva celebración de la Santa Misa, oficiada por los sacerdotes P. Marcel Mouras, encargado de fundación de la Federación de Familias en Costa Rica, y P. Andrés Elías Ramírez, Coordinador la Pastoral Familiar de la Diócesis de Cartago. Durante la ceremonia, la presencia del Espíritu Santo llenó el ambiente, recordando la importancia de la misión compartida y el llamado que cada uno ha respondido al unirse a este camino como parte de la Federación.

“¡Aquí estamos!”
Una vez concluida la Misa, los nuevos matrimonios educadores, con un entusiasmo, llamaron a sus miembros de curso. En una sola voz, resonó en el recinto un poderoso y emotivo “¡aquí estamos!”. Esa proclamación sincera y ferviente conmovió a todos los presentes, encendiendo el sentimiento de unidad y pertenencia que caracteriza a la Federación.
El Curso 12 cuenta con siete parejas y tiene como educadores a José Martínez y Kattia Rivera. El Curso 13 cuenta con nueve parejas y está conducido por Manuel Emilio Hernández y Martha Castro. El Curso 14 también cuenta con nueve parejas y tiene como educadores a Jorge Llobet y Laura Constenla. El Curso 15 está integrado por ocho parejas y tiene como matrimonio educador a Francisco Mesalles y Daniela Ramírez.
La noche culminó de manera festiva, donde compartimos una deliciosa cena y actividades de integración que fortalecieron los lazos entre todos los asistentes. Estos momentos de camaradería y alegría son recordatorios de que, en esta hermosa vocación, no solo somos un grupo de matrimonios, sino una familia unida por un mismo fin: promover el amor, la fe y la esperanza en nuestras comunidades.

Nuevos cursos: un signo de esperanza
Nos sentimos privilegiados de ser parte de este viaje y de poder ver los frutos que la Mater y su amado hijo derraman sobre esta tierra fértil.
A través de los nuevos cursos que se han incorporado, continuamos fortaleciendo nuestra misión. Cada familia que se une es una nueva semilla plantada en nuestro jardín, una oportunidad para crecer en amor y fe, y un llamado a vivir nuestra vocación con mayor profundidad.
Con la mirada puesta hacia el futuro, abracemos este nuevo año con el corazón abierto y el compromiso renovado de seguir sirviendo, amando y compartiendo. ¡Bienvenidos a este hermoso camino de la Federación Apostólica de Familias! Que la Mater nos guíe y nos inspire en cada paso que demos juntos.
¡En eso quedamos, permanecemos fieles!
