El mundo necesita voluntarios y organizaciones que quieran comprometerse con el bien común.
Sí, es la palabra que hoy muchos quieren borrar: “compromiso”.
Y el mundo necesita voluntarios que se comprometan por el bien común.
Ser voluntario solidario es una opción que nos hace libres; nos hace abiertos a las necesidades del otro; a las demandas de justicia, a la defensa de los pobres, al cuidado de la creación.
Es ser artesanos de misericordia: con las manos, con los ojos, con el oído atento, con la cercanía.
Y ser voluntario es trabajar con la gente a la que uno sirve. No solo para la gente, sino con la gente. Trabajar con la gente.
La labor de las organizaciones de voluntariado es mucho más eficaz cuando colaboran entre sí y también con los Estados.
Al trabajar coordinados, por pocos que sean sus recursos, dan lo mejor de sí y hacen realidad el milagro de la multiplicación de la esperanza.
¡Necesitamos tanto multiplicar la esperanza!
Recemos para que las organizaciones de voluntariado y de promoción humana encuentren personas que estén deseosas de comprometerse con el bien común y buscar nuevas vías de colaboración a nivel internacional.
“Ser artesanos de la misericordia”: el Papa Francisco pide más organizaciones de voluntariado comprometidas
En el último Video del Papa del año, Francisco destaca el valor de las organizaciones de voluntariado en la sociedad y pide que colaboren más entre sí y con los Estados.
El Santo Padre lanza un mensaje centrado en la necesidad de “voluntarios que se comprometan por el bien común”, que sean “artesanos de la misericordia” y multiplicadores de esperanza.
Compromiso y “trabajar con la gente”: para Francisco “ser voluntario solidario es una opción que nos hace libres; nos hace abiertos a las necesidades del otro”.
En su intención, el Santo Padre exhorta a continuar esta labor trabajando “no solo para la gente, sino con la gente”, practicando la cercanía, siendo “artesanos de misericordia” y sabiendo siempre escuchar las necesidades del otro. Consciente de la necesidad de “multiplicar esperanza” en las comunidades, pide rezar “para que las organizaciones de voluntariado y de promoción humana encuentren personas que estén deseosas de comprometerse con el bien común y buscar nuevas vías de colaboración a nivel internacional”.
Voluntarios: rostro humano y cristiano de la sociedad
Este llamado que hace el Santo Padre destaca la labor de millones de organizaciones y asociaciones de voluntariado en el mundo, la mayoría de ellas muchas veces sin visibilidad o sin estar bajo alguna figura jurídica.
De hecho, según el programa de Voluntarios de las Naciones Unidas (UNV), 1 de cada 9 personas en el mundo hace trabajo voluntario: en total, hay 862,4 millones de voluntarios en los cinco continentes, y sumando todas las horas de voluntariado se obtendrían 109 millones de empleados a tiempo completo. Sin embargo, “la mayoría del servicio voluntario a escala mundial tiene lugar de manera informal” y, por lo tanto, este factor dificulta la precisión estadística del impacto que tienen sobre las comunidades.
Muchas de las organizaciones de voluntariado del mundo tienen una inspiración cristiana y con su trabajo buscan dar testimonio del Evangelio en las situaciones más difíciles. Del Líbano a Filipinas, de México a Ucrania, pasando por Venezuela y Uganda, El Video del Papa de este mes los muestra junto a las víctimas de las catástrofes naturales, los pobres que sufren las consecuencias de la crisis económica, los niños desnutridos, los refugiados que huyen de las guerras, los jóvenes y las mujeres que buscan trabajo.
“Ser voluntario solidario es una opción que nos hace libres”, explica Francisco en El Video del Papa. “Nos hace abiertos a las necesidades del otro; a las demandas de justicia, a la defensa de los pobres, al cuidado de la creación”.
Escuchar, colaborar con los Estados y multiplicar esperanza
Francisco no quiere dejar de compartir las bases fundamentales que cree que deberían tener dichas organizaciones: como la cercanía de escuchar a los demás y el esfuerzo de dar lo mejor de sí para verdaderamente multiplicar la esperanza en comunidades desesperadas por la promoción humana general. Además, un aspecto fundamental del voluntariado es, según el pontífice, cambiar el enfoque para trabajar no tanto para la gente, sino con la gente, es decir, involucrarse, de igual a igual, en busca de una causa común. Por último, el Papa insiste en la necesidad de una cooperación cada vez mayor en este ámbito: tanto entre las distintas organizaciones de voluntarios como entre las propias organizaciones y los Estados.
El mundo necesita voluntarios
A propósito de la última intención de oración del 2022, el P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, subrayó que Francisco insiste en el valor que el servicio voluntario representa en la sociedad, más allá de prestarlo bajo alguna modalidad religiosa o gubernamental: la clave está en el compromiso desinteresado (“estar abiertos” al prójimo) y en la búsqueda del bien común. También recordó que en mayo de este año Francisco dijo que, en el voluntariado, estaba “implicada la dimensión fundamental de la imagen cristiana de Dios y del hombre: el amor a Dios y el amor al prójimo”, pues Jesús, en los Evangelios, nos invita a amar a Dios con todo el corazón y al prójimo como a nosotros mismos. En nuestras sociedades en crisis son esenciales, “el mundo necesita voluntarios”, por eso el Papa Francisco nos invita a rezar: “para que las organizaciones de voluntariado y de promoción humana encuentren personas que estén deseosas de comprometerse con el bien común y buscar nuevas vías de colaboración a nivel internacional”.