Invitó a cada miembro de la audiencia a reflexionar sobre sus desafíos personales en este momento. Es importante preguntarse qué horizontes se abren actualmente en la vida personal. Sigue siendo un «reto profético» no perder de vista lo que se vislumbra en el horizonte. Su amigo, el fabricante de violines Martin Schleske, habló de un «tiempo de sagrada incertidumbre» con respecto a la actualidad. «Los tiempos de crisis pueden ser una perturbación sanadora», dijo Falk. Se trata de «descubrir lo que es nuestro en la crisis». Los tiempos de crisis, dijo el ponente, son tiempos en los que las personas se «perturban» para aprender a volar y descubrir algo nuevo. «No tenemos la solución, sobre todo no la solución perfecta, pero tenemos el reto de buscar soluciones, y las soluciones temporales también son soluciones». En tal contexto, el Padre Kentenich había pedido a un curso de sacerdotes que experimentaran en 1967.

Pisando la grieta

El telar de Cuaresma de este año en su parroquia, un gran paño blanco con una grieta respaldada por un paño rojo, arroja hábilmente un destello luminoso  sobre los tiempos actuales: «Grietas en todos los ámbitos». Gerhard Proß, de la red «Juntos por Europa», dijo a modo de invitación: «¡Es hora de meterse en la grieta!». Al padre Peter Falk le viene a la mente el Padre Kentenich, quien entró en las grietas de almas y descubrió lo que estaba oculto. «Algo nuevo nos espera en la grieta. Las grietas son nuevos espacios de aprendizaje. Las grietas son lugares sagrados», dijo Falk.

Tres momentos ejemplares, que siente como una intercesión del cielo, se han convertido para él en lugares de aprendizaje, dijo:

El telar

En primer lugar, el cuadro «María del telar», que se encuentra en Spello, una pequeña ciudad de Umbría, cerca de Asís, en la pared de una antigua tejeduría. María está tejiendo. El tejido muestra hilos enredados en el reverso y armonía en el anverso. Es importante aplicarlo a la propia vida: «¿No encuentro ya una maravillosa armonía detrás de los hilos enredados de la historia de mi vida? Es necesario descubrir la nueva tela que María está tejiendo y cada uno tiene el reto de descubrir los hilos -y no sólo los dorados- de su propia vida con los que la Virgen está tejiendo nuevos motivos.

Cuerda, llave, tachuela

Como segundo lugar de aprendizaje, Peter Falk habló de un ejercicio de seguridad con un péndulo. Dijo que había aprendido de un Padre de Schoenstatt suizo cómo hacer un péndulo de forma sencilla: con un cordón, una llave atada en la parte inferior y sujeta al techo con una tachuela en la parte superior. Mientras estés convencido de que la tachuela aguantará, puedes imaginarte oscilando de un lado a otro feliz y confiadamente en el lugar de la llave. «Pero si ahora te asustas, si te vuelves inseguro y te preguntas: ¿la tachuela de arriba aguantará de verdad?». Por razones de seguridad uno se moverá cada vez menos hasta que finalmente se detenga. «Quien renuncia a la libertad por la seguridad acabará perdiendo ambas», está convencido el sacerdote Falk.

Efecto de una palabra clave

El tercer ejemplo es el del sacerdote católico sirio Jaques Mourad, al que conoció en Siria en 2005 y que fue secuestrado por los yihadistas del IS en 2015 y retenido durante cinco meses. «¿Qué le dio la fuerza y la energía para soportar el ser rehén?», habría preguntado a Jaques Mourad durante una visita al colegio Benno de Dresde en octubre de 2022. Mourad contó ante su pregunta «¿por qué estoy aquí?», el jefe del IS habría respondido : «¡Considere este tiempo como un retiro espiritual!». Esta declaración cambió su vida espiritual. A partir de entonces, descubrió su carisma, su terreno: «No quiero portar armas y trato a todos con mucho amor». Al cabo de los 5 meses de secuestro, habría preguntado: «¿Por qué no me decapitaron?». La Respuesta: «Porque no llevabas armas y nos trataste con amor». Según Peter Falk, Jaques Mourad descubrió durante su cautiverio el sentido por el que quería vivir. «No podemos vivir sólo en contra, cada uno de nosotros necesita un ‘para’ «.

Schoenstatt, una perspectiva, no una retrospectiva

Para él, dijo el sacerdote schoenstattiano de Friburgo, estos tres ejemplos fueron tres momentos que se presentaron en el horizonte. Recuerda las palabras de Andrea Ricardi, de la comunidad «Sant’Egidio» fundada en Italia. «El cristianismo es una perspectiva, no una retrospectiva». Esto vale también para Schoenstatt: «Schoenstatt es una perspectiva, no una retrospectiva». Y concluyó con una cita de Santa Clara, que a menudo hacía venir a su cabecera a un hermano de Francisco y le preguntaba: «¿Qué hay de nuevo de nuestro Señor Jesús?». Falk invitó a los presentes a preguntarse más a menudo: «¿Qué hay de nuevo de Jesús en sus vidas, en su comunidad y más allá, y también de la Madre del Telar?».

Fuente: Schönstatt.de