La jornada «Corona Viva» renueva el compromiso de la Juventud Femenina de Ecuador

María José López / Hna. M. Melissa Álava

El sábado 16 de agosto, en el Santuario de Ciudad Celeste, en Samborondón, la Juventud Femenina de Schoenstatt de Ecuador celebró una Jornada histórica: los 25 años de la corriente de vida de la Corona Viva, que surgió en el año 2000 en la Juventud Femenina de Schoenstatt Internacional. El lema de este encuentro es el mismo que acompaña al ramo este año en Ecuador: “Corona Viva, Anuncio de Esperanza”.

Llegamos aproximadamente 300 chicas impulsadas por un solo deseo: ser la nueva generación de la Corona Viva. Nos reunimos: Apóstoles de María, Portadoras de la Reina, Aliadas y Universitarias, además de algunas ex JF (chicas que fueron parte de la Juventud Femenina), Hermanas de María y las coordinadoras de la Juventud (señoras que nos ayudan a coordinar a las dirigentes de la Juventud y las distintas actividades de la misma).

Había mucha expectativa, pues la última vez que se había realizado la vivencia de la Corona Viva en Ecuador fue en 2010, así que ninguna de las chicas de esta generación lo habíamos vivido. Además, hace pocos días habíamos regresado de la peregrinación en Schoenstatt y Roma con la vivencia del jubileo de la Corona Viva con 600 chicas de diferentes países, culturas e idiomas, pero que, unidas en un mismo ideal, desbordábamos alegría y un fuerte anhelo por ser una auténtica Corona Viva para la Reina.

La nueva generación asume la misión

Durante varias semanas se preparó todo pensando en cada detalle, entre los Consejos y el equipo de Coordinadoras de la JF. La ambientación de la casa por dentro y por fuera era impresionante, con guirnaldas de colores y coronas por todas partes. Hasta pudimos alquilar unas letras RTA de metro y medio que tenían luces y fueron el lugar obligado para las fotos del día.

Uno de los momentos más esperados fue recrear la icónica foto de la corona RTA, ser nosotras mismas una Corona Viva. Esto lo hicimos delante de nuestro santuario donde ya estaba dibujada la sigla RTA. Con mucho orden y alegría poco a poco la RTA se fue llenando de niñas que no dejábamos de cantar en la espera de la foto oficial.

Toda la Juventud formó parte de lo que sería uno de los momentos más memorables de la tarde. Entre risas, cantos y mucha alegría la corona iba tomando forma y daba paso a una nueva generación. Juntas, chicas y asesoras formamos parte de la Corona Viva de la Mater.

¡Este tiempo nos necesita!

Después de la foto de la Corona Viva, tuvimos un compartir con carritos de hotdogs, canguil y jugos; luego pasamos a talleres para Apóstoles, Portadoras, Aliadas y Universitarias preparados especialmente pensando en su realidad, algunas con manualidades y otras con testimonios de las chicas que fueron parte del Jubileo RTA en Schoenstatt. El sentido de estos talleres fue descubrir juntas cómo ser una Corona Viva en la vida diaria, según la edad de las chicas.

Para culminar, tuvimos un momento de adoración frente al santuario y allí recibimos una medalla con la RTA, igual que en el jubileo internacional en Schoenstatt. También pudimos firmar el libro de la Corona Viva mientras cantábamos llenas de alegría.

Como dijo una de las militantes, esta jornada no sólo fue un espacio de encuentro y formación, sino también un momento de motivación e impulso para salir al mundo y decir: nosotras queremos ser pequeñas Marías, aquellas que con valentía y autenticidad reflejamos los anhelos de Dios y del Padre y Fundador.

Una Apóstol de María dijo que había sido un día muy bonito y ahora ella era una Corona Viva de la Mater. Una Aliada nueva comentó a su Familia que definitivamente Schoenstatt era su lugar, que nunca se había sentido tan acogida y feliz. Y otra Militante dijo también: nuestra forma original de vivir la santidad es ser Corona Viva… ¡Este tiempo nos necesita!

Una misión que trasciende generaciones

A muchas nos tocó profundamente estas palabras del Padre y Fundador que unieron a la pequeña coronita que ahora usamos en el cuello, junto a nuestra medalla de Alianza.

«La Madre y Reina tres veces admirable de Schoenstatt quiere hoy transformarnos en pequeñas Reinas tres veces admirables, quiere, a partir de hoy, vernos como pequeñas Regina ter admirabilis. Y quizás cada una tendrá, una pequeña coronita que las haga conscientes de que somos pequeñas Reinas coronadas»

(J. K. a la JF de Münster, 18/8/1945, al regalarles la corona RTA).

¡Somos tu Corona Viva!, ¡Hoy, mañana, juntas!

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