Fuego para la Iglesia: Celebración de la Alianza de Amor en Schoenstatt 2024

Claudia y Heinrich Brehm

Para celebrar el 110.º aniversario de la fundación del Movimiento, muchos peregrinos de Alemania y de muchos otros países se reunieron el 18 de octubre para renovar la Alianza de Amor en Schoenstatt (Alemania). Al mismo tiempo, recordamos los 10 años del centenario de la Alianza de Amor, en 2014, que fue un momento de gran importancia para toda la Iglesia.

Tras la misa solemne, celebrada en la Iglesia de los Peregrinos por la mañana, y numerosas actividades alternativas por la tarde, comenzó la «Hora de la Alianza» en la Iglesia de los Peregrinos, que fue retransmitida en directo por el canal schoenstatt-tv.de.

Misa festiva en la Iglesia de los Peregrinos

Durante una misa solemne, el celebrante, el Padre Lothar Herter, recordó el 75 aniversario del «31 de mayo», un «hito en la historia de Schoenstatt». Entre otras cosas, recordó que el fundador de Schoenstatt, el Padre José Kentenich, se había preocupado en aquella época de ofrecer la espiritualidad de Schoenstatt como respuesta a las necesidades esenciales de los tiempos, que son también muy actuales. «Si falta lo sagrado en nuestro mundo, la gente pierde su hogar y su centro», dijo el P. Herter.

Hora Internacional de la Alianza

El P. Ignacio Camacho, que condujo el programa de la Celebración de la Alianza, nombró los «110 años de la Alianza de Amor» en este día, con un recordatorio del gran jubileo de 2014 y del jubileo «75 años del 31 de mayo de 1949» como acontecimientos importantes de este año. La fecha del 31 de mayo de 1949 recuerda los esfuerzos del Padre Kentenich por llamar la atención de los obispos alemanes de la época sobre el peligro del pensamiento mecanicista. Su propuesta de superarlo mediante un «pensar, vivir y amar orgánicos» no fue comprendida por la Iglesia de entonces.

Las celebraciones de tres días en la primavera de 2024, con 1500 participantes en el santuario de Bellavista/Chile, y, por tanto, la conmemoración del 31 de mayo de 1949, se presentaron a través de una grabación de vídeo.

La Hna. Andra-Maria Lingscheid, miembro de la dirección de las Hermanas de María de Schoenstatt, que participó en esta celebración, compartió tres ideas principales de su experiencia.

«Dios nos necesita. Dios necesita aliados», fue el mensaje final de la Hna. Andra-Maria: aliados que estén dispuestos a entrar en las grietas para hacer sitio al Dios de la vida, para que la gente pueda volver a creer en el amor de Dios.

Transmitiendo el fuego

La exvoluntaria de 2014 Soraya Giacomi Zaldívar, de Paraguay, contó con viveza cómo vivió sus nueve meses de voluntariado, durante los cuales pudo ayudar a preparar el Jubileo en Schoenstatt junto con otros 20 voluntarios de 10 países diferentes. La experiencia central para ella fue el sentimiento de pertenencia a una familia internacional. Aún hoy, los voluntarios de entonces mantienen un «cálido contacto» entre sí.

Cuando ella piensa en el jubileo, lo primero que recuerda son los muchos rostros radiantes y la alegría de quienes habían anhelado venir al Santuario Original durante tanto tiempo y que por fin habían llegado. «Nosotros, la generación del 2014, todavía llevamos este fuego dentro, este privilegio de haber estado aquí, en Schoenstatt». Pero de ahí también nace la responsabilidad de transmitir el fuego.

Petición por la plenitud del Espíritu Santo

En una larga procesión detrás de la cruz de presentación, antorchas y abanderados, las personas reunidas en la Iglesia de Peregrinos se dirigieron finalmente al Santuario Original para renovar la Alianza de Amor y pedir el Espíritu Santo por todo el mundo. Tenían en sus oídos las palabras del Padre Kentenich, que fueron citadas durante la celebración: «Que la Madre de Dios implore también la plenitud del Espíritu Santo para todos nosotros».

Sí, todos estamos llamados a la plenitud de la vida de gracia, de fe, de esperanza y de amor, y «a una plenitud que no solo llena y transforma todo nuestro ser, sino que se desborda en todas direcciones y enriquece a los demás con los dones del Espíritu Santo». (J. Kentenich, Estudio, 1964).

Fuente: schoenstatt.de

Fotos: Kröper

Tradución: Hna. M. Lourdes Macías

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