El 13 de julio del 2024, la Familia de Schoenstatt de Berlín invitó a personas de diferentes países que viven en esta capital multicultural a la Segunda Jornada Internacional de Encuentro. En la víspera del partido final del Campeonato Europeo de Fútbol – la Eurocopa – que se celebró en la capital nacional, la Santísima Virgen intervino para reunir a las diferentes naciones y culturas y conectarlas entre sí.
«¡Cuánta amabilidad entre la gente!», describió acertadamente una polaca lo que experimentó aquel día de verano en el Santuario de Berlín-Frohnau.
21 países representados
Entre los 200 visitantes, algunos ya conocían a Schoenstatt en sus países de origen y por eso se sintieron como en casa con la Santísima Virgen aquí, en el Santuario de Berlín. Algunos visitaban el centro de Schoenstatt por primera vez. Este día les brinda la oportunidad de conocerse. Estuvieron representados 21 países: Bolivia, Brasil, Chile, Alemania, Costa de Marfil, Gran Bretaña, Italia, Camerún, Cuba, Madagascar, México, Perú, Filipinas, Polonia, Portugal, Eslovenia, Ruanda, Taiwán, República Checa, EE. UU. y Vietnam.
Todos fueron recibidos en su lengua nacional. La alegría de la internacionalidad se hace especialmente patente cuando las respectivas banderas nacionales pasan al frente entre aplausos y vítores.
Tres Hermanas de María viajaron desde Schoenstatt, Vallendar, a Berlín especialmente para este día festivo. Para muchos, la presencia de estas Hermanas es un hermoso signo de vinculación al lugar de origen del Movimiento y al Santuario Original.
Participación de la misión polaca
Este año, en particular, la misión polaca se implicó en la organización de la fiesta y de la liturgia. Tres sacerdotes celebraron la Santa Misa con todos: el Padre Arkadiusz Sosna, miembro del Consejo General de los Padres de Schoenstatt y corresponsable de la Coordinación Internacional del Movimiento de Schoenstatt, el Padre Przemyslaw Kawecki, SDB, de la comunidad polaca de Berlín-Mitte, y el Capellán Witold Wójcik, de la parroquia de San Francisco, a la que pertenece el Centro de Schoenstatt.
En su homilía, el P. Arkadiusz recordó la puerta abierta del Santuario, que siempre invita a visitar a María. «Ella, la Reina de todos los pueblos, siempre está ahí para nosotros y nos acoge a todos», dijo el P. Arkadiusz. «Podemos aceptarnos unos a otros porque cada uno de nosotros es aceptado por Ella. Juntos, amamos y honramos a la Mater y sellamos con ella una Alianza de Amor».
Al final del sermón, animó a sus oyentes: «El buen Dios necesita de nosotros, de nuestra debilidad, para realizar grandes cosas. Cristo también quiere tomar forma a través de nosotros, pero necesita nuestro consentimiento: Heme aquí. Que se haga según tu palabra.
Por eso, al final de la celebración litúrgica, se les invitó a dejarse llevar por el «sí» de la Mater y renovar la Alianza de Amor.
Danzas y cantos en alabanza de María
Una colorida procesión con la cruz y las banderas nacionales partió hacia el Santuario de Schoenstatt. La Peregrina Auxiliar de la misión polaca – decorada con flores en los colores nacionales rojo y blanco – fue llevada a lo largo de la procesión.
Tras algunos bailes de niños y jóvenes filipinos, se entonaron cantos de alabanza a la Madre de Dios en polaco, portugués y español. Las numerosas imágenes peregrinas que se habían traído fueron bendecidas y re-enviadas.
Delicias internacionales
Muchas personas trajeron deliciosos platos típicos de sus países. De este modo, también se puede «saborear» la internacionalidad con buenas conversaciones y alegre convivencia.
El Santuario de Schoenstatt se llenó de gente rezando durante todo el día. Con las numerosas velas encendidas, la Virgen María está literalmente rodeada por un mar de luz. La tarde se centró en compartir la vida con la Virgen Peregrina. Las experiencias se compartieron con breves testimonios.
«Para mí, el día es realmente un día de fe viva y estoy muy agradecida y feliz de que María me haya mostrado el camino hacia el Movimiento de Schoenstatt», dice Stefanie Z., de Berlín. Con cantos y bailes, acompañados de la frecuente frase: «Muchas gracias. Ya estamos esperando el próximo encuentro», puso fin a esta celebración.
Más información
La fecha del año que viene ya está fijada: 19 de julio del 2025.
Página web del Centro de Schoenstatt de Berlín: schoenstatt-berlin.com
Fuente: schoenstatt.de
Traducción: Hna. M. Lourdes Macías