Madre: tú debes dirigir nuestra Familia
Comunicadores schoenstattianos coronan a María en el Santuario Original
17 de diciembre de 2020 - M. Nilza P. da Silva

«Le decimos a María: tú debes dirigir a nuestra Familia, a todos y a cada miembro, a cada hijo e hija de la Familia. Te damos este derecho, ¡Tú debes ser la Reina!» Así es como el Padre José Kentenich rezó en un momento de gran dificultad por la Obra de Schoenstatt y por el mundo entero en la coronación de María en el Santuario Original el 10 de diciembre de 1939. La historia de la Obra internacional de Schoenstatt y su historia de vida personal prueban cuán en serio se tomó la Virgen la coronación.
«Aquí estamos llenos de gratitud, para darte responsabilidad y derechos, eligiéndote como la Reina de la Comunicación de Schoenstatt». El pasado 10 de diciembre, unos 60 comunicadores de ocho países se unieron en oración desde el Santuario Original vía online.
Casi todos ellos son voluntarios, entusiastas, llamados y elegidos por Dios para llevar el carisma de Schoenstatt, la misión del Padre Kentenich a la Iglesia y al mundo entero. «Queremos agradecerles todo el apoyo y la amabilidad que nosotros, como Schoenstatt Internacional, hemos experimentado. Agradecemos por el compromiso de cada uno, especialmente en las traducciones a los distintos idiomas y en la revisión crítica. Muchas gracias por las respuestas rápidas, honestas y espontáneas que nos han expresado. Madre Santísima, queremos agradecerte por tantos pequeños milagros”, expresó Hemma Strutz, de Austria, en su oración.

La propuesta de la coronación en el Santuario Original se originó en los comunicadores de Brasil y, a través de la Hna. M. Cacilda Becker, de la Coordinación Internacional, encendió rápidamente los corazones de Alemania, EE.UU, Francia, Austria, Ecuador, Venezuela y Chile. La diversidad de idiomas no es un problema cuando los corazones hablan la misma lengua. Queremos actuar unidos con todos los responsables de las decisiones en esta hora histórica y contribuir para que las generaciones futuras puedan narrar los logros victoriosos de nuestra Reina.
En Brasil fue un día entero de coronación. Los comunicadores que por su trabajo no pudieron reunirse con los demás, recibieron la oración de coronación el día anterior y, desde temprano, se conectaron al Santuario Original por cámara web. Un grupo internacional se reunió a las 20:30 de Alemania y el último grupo, dos horas más tarde, a las 20:30 de Brasil. Creemos que el Santuario Original nunca ha recibido tantos comunicadores de Schoenstatt juntos. En el altar, la Virgen contempló el nombre de cada uno, en hojas impresas en las que cada persona también escribió sus intenciones personales para la coronación.
Una coronación que vincula
Durante la coronación, en el Santuario Original, los comunicadores de Araraquara, en el Estado de San Pablo, coronaron también una pequeña imagen de la Virgen de Schoenstatt, reunidos en su santuario local. La misma recorrerá la residencia de los miembros del Equipo de Comunicación, reafirmando siempre su confianza en la Reina.
En Poços de Caldas, en el Estado de Minas Gerais, la coronación también tuvo lugar en el Santuario. Contó con la participación de muchos otros a través de las redes sociales. Monique Vaz, de Mairiporã/SP, une una pequeña corona con el logo de los comunicadores de Brasil, dejando clara a la Reina su misión.

Una coronación que inflama y envía
El entusiasmo por la misión se une a la responsabilidad por las consecuencias de lo que se comunica. Por eso, entre las peticiones que se le confían a la Reina de la Comunicación, todos rezan con el Padre José Kentenich: Quiebra «todos los obstáculos que coartan la eficacia de tu Obra e impiden mirar con fe el plan del Padre. Ayúdala a extenderse por todo el mundo y a caminar victoriosa a través de la naciones, para que pronto haya un solo rebaño y un solo Pastor, que conduzca a los pueblos hacia la Santísima Trinidad. Amén». (Hacia el Padre, 527-528)
Todos renuevan la Alianza de Amor con la Reina y emprenden una misión, permaneciendo conectados por el corazón de la Reina, como instrumentos comprometidos a prenderle fuego al mundo. Como hermanos en la Alianza experimentan que en la unidad hay fuerza, y es en el compartir donde se todos se enriquecen.
«En el corazón María estamos unidos», escribió Ana Christina Melquiades, del Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt, al final del día de la coronación. «Todo por nuestra Reina y por la misión de comunicar», añade Caroline Moraes de Freitas, de Pocos de Caldas.
Traducción: Rosario Lira
