Instrumentos dóciles

La palabra instrumento deriva del latín “instrumentum”, que significa herramienta, vestimenta; y de instruere: disponer, proporcionar lo necesario. Su definición es: “objeto simple o compuesto de varias partes, que sirve para realizar un trabajo, hacer una medición o efectuar una observación”. En resumen, un instrumento es un objeto que puede utilizarse para realizar una actividad, simple o compleja, según la voluntad de quien lo utiliza. Cuando rezamos la consagración a la Virgen, decimos: “como instrumento y posesión tuya”. Somos instrumentos en manos de la Virgen, para que haga con nosotros lo que desee. Hay quienes tienen miedo de poner su vida en manos de la Virgen, imaginando que enviará dolores y sacrificios, pero olvidan que «la Virgen cuida perfectamente de todo», -Padre Kentenich-, y que no tenemos nada que temer, porque es nuestra Madre y la causa de nuestra alegría.

¿Qué significa ser un instrumento?

En Schoenstatt tratamos de vivir con profundidad el deseo de ser un instrumento en las manos de la Virgen. Desde los inicios del Movimiento, el Padre Fundador ya imprimió este carisma en sus hijos. El 18 de octubre de 1914, en el Acta de Fundación, ya vemos que esta es una de las promesas de la Virgen. Se establecerá en la capillita. Desde allí repartirá dones y gracias en abundancia, atraerá a los corazones jóvenes hacia ella, los educará, los transformará en instrumentos dóciles, y con ellos, al abandonarse en sus manos, pondrá en marcha un movimiento de renovación. La Virgen promete transformarnos en instrumentos aptos en la medida en que nos abandonemos en sus manos, como niños deseosos de ser educados.  

Podemos identificar algunas propiedades de la piedad del instrumento:

Desapego total: desprendimiento de la propia voluntad. Vinculación total: entrega total a Dios y a su voluntad. Elevada disposición de entrega: incansable impulso de conquista. Espíritu de parusía: hacer presente y visible a María; reflejar, manifestar lo divino. Libertad interior: el instrumento perfecto se decide por Dios en la libertad y la alegría interior. Rica fecundidad. El instrumento en la mano de Dios tiene como objetivo una sola cosa: liberar el espacio para Dios y su fecundidad.

Héroes de Schoenstatt

Los héroes de Schoenstatt intentaron vivir a fondo el significado de instrumentalidad. Compartimos frases claves de ellos al respecto: El P. José Kentenich – «No somos instrumentos muertos, sino que actuamos por propia voluntad». Joao Luiz Pozzobon – «Utilízame, querida Madre, para el bien de la Iglesia y para la renovación de las familias”. Gertraud von Bullion – «¡Quiero servir!» José Engling – «Quiero ser todo para todos y ser propiedad exclusiva de María». Mario Hiriart – «Soy ingeniero, he planificado durante toda mi vida. Ahora los papeles cambian. Sé que ahora debo dejar que sea el Padre quien diseñe los planes, yo solo debo cumplir su voluntad». Beato Carlos Leisner – «Guíame hacia tu Luz, Señor, Dios todopoderoso. Prometo solemnemente ser tu instrumento”.

Como su entera propiedad

Busquemos también la instrumentalidad como forma de vida. Que, como Jesús, nuestro mayor alimento sea hacer la voluntad del Padre. Como María, que también nosotros digamos:   «He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra».      «Madre tres veces Admirable,  consérvanos siempre como instrumento tuyo;  haz que con amor, hoy y todos los días,  nos pongamos a tu servicio.  Según los deseos de Dios,  usa de nosotros enteramente para tu Reino de Schoenstatt. [1]   Recurrir a María, para entregar nuestros corazones como su propiedad.      «Toma el corazón y la voluntad:  te pertenecen por completo;  ciegamente quieren doblegarse  a tus indicaciones y a tu palabra.  Ser total posesión tuya  es, para el instrumento, su honra y su gloria.» [2] ________   Fuente: schoenstattconfins.org.br   [1] P. Kentenich, Hacia el Padre, #606 [2] P. Kentenich, Hacia el Padre, #607 * Kennedy Rocha pertenece a la Liga de Familias de Schoenstatt de la Diócesis de Belo Horizonte, en Brasil Podemos leer más en: Espiritualidad Fe Práctica en la Divina Providencia