La Alianza de Amor y nuestro bautismo
Al renovar la Alianza los días 18, es como si se arrojara de nuevo agua sobre nuestras cabezas. Quienes se preparan para sellar la Alianza de Amor con María estudian primero las historias de alianza que Dios hace con su pueblo a lo largo del Antiguo y del Nuevo Testamento. Los libros recuerdan cómo Dios es siempre misericordioso y compasivo, ofreciendo a sus hijos una nueva oportunidad. Pasando por Adán, Noé, Abraham y Moisés, la Biblia narra toda la historia de la alianza, llegando a su culminación, que es Cristo, la Nueva y Eterna Alianza. Estas páginas centrales de estudio quieren mostrar que el origen de Schoenstatt está directamente relacionado con esta historia, porque la Alianza de Amor sellada el 18 de octubre de 1914 se encuentra profundamente conectada con la historia de la salvación.La Alianza de Amor bautismal
Por el Bautismo todo cristiano entra a formar parte de la Alianza eterna, que es Jesús. Es una alianza real y concreta que se acepta y confirma en el sacramento de la Confirmación o Crismación. "El día de nuestro bautismo fuimos consagrados en Cristo, entregados a Dios Padre, en una alianza sagrada, en un compromiso de amor. Tuvo lugar la primera consagración de nuestro ser y de nuestra vida, ya que consagrar significa sacar algo del uso común -por ejemplo: el agua, el cáliz...- para entregarlo al servicio o al culto divino. En la alianza bautismal, hemos sido apartados del poder del pecado y entregados como hijos a Dios Padre. Vivir la "alianza con Cristo", es decir, vivir el Bautismo, es el centro de la vida del cristiano. Por amor, cada persona asume las exigencias de esta pacto.