Todavía hay millones de niños y niñas que sufren y viven en condiciones muy parecidas a la esclavitud.
No son números: son seres humanos con un nombre, con un rostro propio, con una identidad que Dios les ha dado. Demasiadas veces olvidamos nuestra responsabilidad y cerramos los ojos ante la explotación de estos niños que no tienen derecho ni a jugar, ni a estudiar, ni a soñar. Ni siquiera tienen el calor de una familia. ¡Cada niño marginado, abandonado por su familia, sin escolarización, sin atención médica, es un grito! Un grito que se eleva a Dios y acusa al sistema que los adultos hemos construido.Un niño abandonado es culpa nuestra.
No podemos permitir más que se sientan solos y abandonados; necesitan poder recibir una educación y sentir el amor de una familia para saber que Dios no los olvida. Recemos para que los niños y niñas que sufren, los que viven en las calles, las víctimas de las guerras y los huérfanos, puedan acceder a la educación y redescubrir el afecto de una familia.“Un niño abandonado es culpa nuestra”, dice Francisco en El Video del Papa de noviembreEn El Video del Papa de noviembre, Francisco hace un fuerte llamado por las extremas condiciones en las que viven millones de niños y niñas en el mundo. Cada niño tiene derecho a jugar, a estudiar y a soñar, y el Santo Padre pide asumir responsabilidades y no olvidar que se trata de “seres humanos con un nombre, con un rostro propio, con una identidad que Dios les ha dado”. Para el Papa, “un niño abandonado es culpa nuestra”: es por eso que insiste en que puedan “acceder a la educación y redescubrir el afecto de una familia”. (Ciudad del Vaticano, 31 de octubre de 2022) – Despierta noviembre y con el nuevo Video del Papa, que comparte la intención de oración que el Santo Padre confía a toda la Iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa. Este mes, las palabras de Francisco van dirigidas a los más pequeños, los niños y niñas que son olvidados, que sufren a diario el rechazo, la indigencia, la pobreza y todo tipo de conflicto, sin una oportunidad real de crecimiento y desarrollo y sin acceder a derechos básicos. Son “condiciones muy parecidas a la esclavitud”, clama el Papa al referirse a los millones de niños y niñas que sufren bajo estas circunstancias, bajo un “sistema que los adultos hemos construido”. El mensaje de El Video del Papa clama por los derechos fundamentales de los niños, y pide rezar para que accedan a los servicios más básicos y al calor y amor de una familia: “No podemos permitir más que se sientan solos y abandonados; necesitan poder recibir una educación y sentir el amor de una familia para saber que Dios no los olvida”.
