La familia es, en efecto, un lugar de espiritualidad, y la tarea de los estudiosos es asumir los retos de nuestro tiempo y analizar la relación entre la conciencia y el bien. Pero en la realidad actual -dijo- la vida familiar está sujeta a muchas dificultades.
"¿Cómo pueden las familias cristianas hoy, en la alegría y las fatigas del amor conyugal, filial y fraterno, dar testimonio de la buena noticia del Evangelio de Jesucristo?" El Papa Francisco formuló esta pregunta, dirigiéndose a los participantes en el congreso internacional de Teología Moral que se celebra actualmente en la Pontificia Universidad Gregoriana y que tiene lugar en el año dedicado al estudio y mayor comprensión de la exhortación apostólica Amoris Laetitia.

La familia como primer lugar de fe
Una de las respuestas a este interrogante, para el Papa, está en la teología moral, que puede recurrir a "la rica espiritualidad que germina en la familia", que es la unidad de la que se compone en gran medida el Pueblo de Dios y que es "el primer lugar en el que se vive la fe en Jesucristo y el amor mutuo". En ella, los cónyuges y los hijos están llamados a cooperar en la vivencia del misterio de Cristo, a través de la oración y el amor practicados en la concreción del cotidiano y de las situaciones, en el cuidado mutuo capaz de acompañar para que nadie sea excluido y abandonado.Una nueva creatividad en la teología moral
La familia, en efecto, "desempeña hoy un papel decisivo en los caminos de la conversión pastoral de nuestras comunidades y de la transformación misionera de la Iglesia", y para ello es necesaria una "nueva creatividad" y un estudio académico a nivel teológico, con reflexiones sobre la relación entre el matrimonio y la familia, entre los sacramentos, los ritos litúrgicos y las prácticas pastorales, "entre las grandes cuestiones antropológicas y los interrogantes morales ligados a la alianza conyugal". Una necesidad de diálogo y de escucha del Pueblo de Dios para superar una idea abstracta de la verdad y descubrir "cuánta riqueza de bien hay en las familias de todo el mundo".Las dificultades de las familias actuales
Sin embargo, subraya el Papa, la vida familiar "está hoy más probada que nunca": Muchas familias sufren la falta de trabajo, de una vivienda digna o de una tierra donde vivir en paz, en una época de grandes y rápidos cambios. Estas dificultades se extienden a la vida familiar, generando problemas relacionales. Hay muchas "situaciones difíciles y familias heridas". La posibilidad misma de formar una familia hoy en día es a menudo ardua, y los jóvenes tienen muchas dificultades para casarse y tener hijos.