La familia es, en efecto, un lugar de espiritualidad, y la tarea de los estudiosos es asumir los retos de nuestro tiempo y analizar la relación entre la conciencia y el bien. Pero en la realidad actual -dijo- la vida familiar está sujeta a muchas dificultades.
"¿Cómo pueden las familias cristianas hoy, en la alegría y las fatigas del amor conyugal, filial y fraterno, dar testimonio de la buena noticia del Evangelio de Jesucristo?" El Papa Francisco formuló esta pregunta, dirigiéndose a los participantes en el congreso internacional de Teología Moral que se celebra actualmente en la Pontificia Universidad Gregoriana y que tiene lugar en el año dedicado al estudio y mayor comprensión de la exhortación apostólica Amoris Laetitia.